Taller Chequeado: Estrategias de Fact-Checking
El taller de Chequeado, fue iniciativa que proporcionó estrategias vitales para el fact-checking, especialmente en el marco de las próximas elecciones generales en Guatemala.
En la saturación de información que circula en la era digital, resulta cada vez más desafiante distinguir la verdad de la mentira. Aprender a navegar en este océano de datos requiere de nuevas habilidades y herramientas. Precisamente sobre esto se centró el Taller de Chequeado, una iniciativa que proporcionó estrategias vitales para el fact-checking, especialmente en el marco de las próximas elecciones generales en Guatemala.
El taller, organizado en dos sesiones virtuales de dos horas cada una, fue un espacio de aprendizaje interactivo que conjugó presentaciones teóricas, ejemplos prácticos y ejercicios de aplicación. Expertos de Chequeado, uno de los principales referentes en la lucha contra la desinformación, facilitaron las sesiones con una perspectiva actualizada y completa del fact-checking.
En el primer módulo, nos adentramos en la problemática global de la desinformación, sus tipos, formatos y patrones. Debatimos sobre los posibles daños, tanto para individuos y organizaciones como para la democracia misma. También examinamos las dinámicas de producción y amplificación de la desinformación, prestando especial atención a la desinformación electoral. Analizamos cómo, mediante falsedades, se pueden perjudicar candidatos, confundir a los votantes sobre los procesos electorales e incluso dañar la trama democrática. Aprendimos que la desinformación sigue patrones temporales, especialmente durante un ciclo de votación. Así, se dividió en tres etapas: pre-electoral, electoral y post-electoral, cada una con sus propios desafíos y tipos de desinformación.
La segunda parte del taller se centró en el método de fact-checking. Descubrimos cómo los principios del fact-checking han evolucionado hasta convertirse en una metodología precisa y efectiva en la lucha contra la desinformación. Aprendimos estrategias y herramientas para el monitoreo y la verificación del discurso público y conocimos cómo identificar contenidos chequeables y evaluar su relevancia.
También examinamos los diez tipos de desinformación electoral más comunes en la región. Discutimos sobre las fuentes de información y las mejores prácticas para desacreditarla. Por último, nos presentaron el concepto de prebunking, una estrategia proactiva que busca alertar a la ciudadanía sobre posibles desinformaciones antes de que estas se propaguen.
Uno de los aspectos más valiosos del taller fue su enfoque práctico. A través de ejercicios y discusiones, pudimos aplicar lo aprendido a situaciones reales, potenciando nuestra capacidad para desmantelar la desinformación. El taller también fue un espacio para compartir experiencias y desafíos con colegas, profesionales de la comunicación y representantes de instituciones gubernamentales y de la sociedad civil. Esto enriqueció el aprendizaje y abrió la posibilidad de construir redes de colaboración para luchar contra la desinformación de manera conjunta.
En conclusión, el Taller de Chequeado fue una experiencia enriquecedora que destacó la importancia del fact-checking en la lucha contra la desinformación. Fue una oportunidad para aprender, reflexionar y comprometerse con la promoción de una ciudadanía más informada y activa en los procesos democráticos. Sin duda, estas habilidades y conocimientos serán esenciales en la era digital, donde la verdad puede ser tan esquiva y la desinformación tan dañina.